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Pablo Durá: “Los demócratas tenemos una deuda con los voluntarios de la Brigada Lincoln”

Todos los años a nivel global se realiza un acto de promoción de la industria del cómic, “El día del comic gratis”, el nombre no deja demasiado a la imaginación la verdad, ¡para qué nos vamos a engañar! Durante este día se entregan fragmentos de títulos que estarán en estanterías en los próximos meses, y personalmente tengo que decir que intento aprovecharlo como buen aficionado que soy, pero este año un título llamó poderosamente mi atención “La Brigada Lincoln”.

Un cómic sobre los brigadistas internacionales que vinieron desde Estados Unidos a pelear a un país en la otra parte del Mundo contra el fascismo. Confieso que devoré las páginas de ese adelanto y que espero con ansia que llegue el día 22 de noviembre para poder hacerme con un ejemplar y paladearlo.

Fruto de mi impaciencia, se me pasó por la cabeza una idea loca, contactar con Pablo Durá, creador de esta novela gráfica y solicitarle una entrevista para hablar de su obra. ¡Cuál fue mi sorpresa cuando me dijo que sí!

Para los que no conozcan su trayectoria ¿Quién es Pablo Durá y cuáles son sus influencias?

Supongo que, como casi todos los de mi generación, crecí leyendo tebeos de la editorial Bruguera y cómics de superhéroes. Cuando tuve 17-18 años empecé a leer cómic más independiente no relacionado con los superhéroes, en particular recuerdo comprar con avidez cómics de La Cúpula.

Ya a los 18 empecé a autoeditar un fanzine dibujado y guionizado por mí, ambientado en el mismo universo de Fanhunter, de Cels Piñol. Pero mi vinculación a la parte más “profesional” de los cómics, si es que se puede llamar así, comenzó cuando cumplí los 22, que fue cuando junto a un grupo de amigos fundamos Unicómic, las jornadas del cómic de la Universidad de Alicante. Un evento que este año cumple 20 años y, aunque yo ya no estoy vinculado con las jornadas a nivel de organización, me alegra saber que continúa con más fuerza que nunca.

Fue apenas hace 5 o 6 años que tuve un momento de claridad y decidí que quería dedicarme profesionalmente a los cómics. Aunque era una idea que me había rondado la cabeza muchos años, nunca lo había hecho por dos motivos: falta de confianza en mí mismo que acababa derivando en el segundo motivo, falta de disciplina profesional. Era incapaz de sentarme dos horas seguidas a escribir nada. Fue a raíz de aunar fuerzas con mi amigo de la adolescencia David Abadía, cuando por fin conseguimos hacer un cómic de 22 páginas dibujado por Sergio Córdoba (Año 1000, la sangre) que utilizamos para intentar darnos a conocer, principalmente online.

La cosa salió bien, ya que después de una entrevista profesional con un editor de Marvel en el Salón del Cómic de Barcelona conseguimos guionizar una historia corta de dos páginas para Marvel que se publicó en el número 4 de la miniserie Original Sins (2014).

Publicar en Marvel supuso emocionalmente un antes y un después para mí, me dio la confianza necesaria para darme cuenta que si trabajaba lo bastante podría llegar a dedicarme a esto. A principios de este año 2018 David y yo volvimos a publicar una historia corta en EEUU de la mano de la editorial Amigo Cómics, Tales of Rogues #5, dibujada por Ertito Montana (Sicarios). Tras lo de Marvel me propuse llevar a término una idea que llevaba años rondándome la cabeza y que se convertiría en lo que hoy es La Brigada Lincoln.

El próximo día 22 de Noviembre aparece la novela gráfica sobre la Brigada Lincoln ¿Cómo llega a fijarse en las BBII y en concreto en la Lincoln?

 

 

En una conversación casual con un amigo hace 10 años supe de la Brigada Lincoln, un grupo de 3.000 voluntarios yankees que vinieron a España durante la Guerra Civil para apoyar a la República. Cuando empecé a leer sobre la historia de las Brigadas Internacionales me quedé totalmente fascinado. No me cabía en la cabeza que gente de todas partes de mundo vinieran a España a defender unos ideales y a luchar contra el fascismo en un país del que probablemente no sabían nada.

De todas las historias que leí, la de la Brigada Lincoln en particular me atrapó cuando supe que entre las filas norteamericanas había un hombre llamado Oliver Law que se convertiría en el primer afroamericano en la historia del ejército de EEUU en comandar una unidad totalmente ingresada por blancos y negros.

La segregación en el ejército de EEUU impedía que esto sucediera allí. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial el ejército estuvo segregado. Hasta entonces los hombres de raza negra sólo podían estar al cargo de otros negros, pero no de blancos. La historia me interesó de tal manera que lo primero que me pregunté fue el por qué no había una película de aquello.

Yo no sabía escribir novela ni escribir un guión de cine, pero pensé que un guión de cómic se me podía dar bien. Y me puse manos a la obra.

 

¿Qué puede contarnos del equipo del que se rodea?

Carles Esquembre es conocido por ser el autor de Lorca, un poeta en Nueva York. Una obra fantástica en la que Carles cuenta el paso del poeta por la Gran Manzana y sus vivencias. Conocí su trabajo por puro azar cuando coincidimos en unas jornadas de cómic en Novelda (Alicante) hace justo dos años y me quedé encantado con su trabajo. Pensé que su estilo encajaría muy bien con la historia de los voluntarios de la Lincoln.

El caso de Ester Salguero fue diferente, venía recomendada por un amigo autor al que conozco desde hace años. Y no se equivocaba. El trabajo de Ester es de sobresaliente y junto al trabajo de Carles ha hecho que la parte gráfica brille con luz propia. Me ha encantado su tratamiento del color y la luz a la hora de mostrar estados de ánimo y el cambio de escenarios.

Sin ellos, que son autores de la obra tanto o más que yo, La Brigada Lincoln no sería ni la sombra de lo que es.

El proyecto tenía abierto un Kickstarter, ¿había miedo a la reacción de la gente al tratarse de un tema que puede polarizar tanto a la sociedad?

La verdad es que no, es algo que nunca me ha preocupado, porque lo bueno de las campañas de crowdfunding es que el autor crea su nicho de mercado y anima a aquellos que simpaticen con su producto a comprarlo. Se establece un mercado directo entre autor y lector que no existe con el método tradicional de distribución. Como se suele decir normalmente, en las campañas de crowdfunding se predica a los conversos.

¿Cómo fue la labor de investigación? ¿Habló con descendientes de aquellos brigadistas?

La labor de investigación fue a través de internet, ensayos y audiovisuales. Lo cual fue un trabajo largo pero muy fructífero. La parte de documentación es un arma de doble filo, ya que te puedes perder en hechos que no necesariamente van a ser relevantes para la historia que quieres contar.

Tuve la gran suerte que la campaña llamó la atención de asociaciones de memoria histórica así como de ALBA (Abraham Lincoln Brigade Archives), la asociación de veteranos y familias de los voluntarios de la Brigada Lincoln. A raíz de la promoción que realicé, dos hijos de veteranos contactaron conmigo para decirme que sus padres habrían estado orgullosos que yo estuviera intentando mantener la memoria de sus padres viva.

Fue algo que me vino muy bien en su momento y me alivió de cierta carga psicológica, porque mi mayor preocupación era que algún familiar pudiera sentirse molesto porque yo quisiera hacer una historia sobre ellos.

¿Podría servir como medio didáctico ante el desconocimiento de las BBII?

Sí, podría servir como un buen punto de partida para todos aquellos que deseen saber más acerca de estos hombres y mujeres que arriesgaron el pellejo por defender unas libertades y derechos que, en el caso de los 80 afroamericanos que vinieron, ni siquiera disfrutaban en su propio país.

De hecho, mi intención siempre ha sido mostrar al público español y norteamericano el espíritu de sacrificio de sus antepasados y de cómo no debemos permitir que esa memoria desaparezca. Los demócratas españoles tenemos una deuda de honor con los voluntarios de la Brigada Lincoln que dudo podamos devolver algún día.

El trato que se les dio a los brigadistas al ser despedidos en Barcelona fue muy distinto, que el que recibieron en su hogar, ¿considera justo el trato que recibieron a su regreso?

La estrategia del gobierno de la República al enviar de vuelta a sus países de origen a todos los voluntarios de las Brigadas Internacionales, es que esperaban que Italia y Alemania, como aliados de Franco que eran, hiciesen lo mismo con sus voluntarios fascistas.

Por supuesto no fue así, pero desde España se les despidió como a auténticos héroes, como si hubiesen ganado la guerra, cuando en realidad aún faltaban varios meses para que ésta acabase. El caso de los voluntarios de la Brigada Lincoln en particular es muy curioso, ya que ninguno de ellos tenía la autorización para venir a España a luchar.

No en vano, en todos sus pasaportes indicaba perfectamente que no eran válidos para viajar a España. Al gobierno de EEUU no le sentaba nada bien que, después de haber firmado un tratado de no intervención junto con Francia y Gran Bretaña, un grupo de hombres y mujeres fuera a ayudar a un grupo de anarquistas, comunistas y socialistas.

Al llegar a EEUU muchos de ellos se enfrentaron al arresto y penas de cárcel por desobediencia y por pertenencia al Partido Comunista. Uno de los voluntarios Alvah Bessie, que fue guionista de Hollywood, fue uno de los procesados por la caza de brujas del senador McCarthy en los años 50.

Hace poco se celebró el aniversario de la despedida de los brigadistas, hubo muchos comentarios llamándoles asesinos, ¿qué opina de eso?

Nadie dice que fueran perfectos, incluso yo estoy en desacuerdo con algunas de las actuaciones de las Brigadas Internacionales, pero creo que cualquiera que llame asesinos a las Brigadas Internacionales tiene una visión muy sesgada de lo que fue la Guerra Civil.

¿Qué recorrido le gustaría que tuviese La Brigada Lincoln? ¿Le gustaría el salto a la pantalla?

Hemos tardados dos años en acabar esta obra y, claro, me gustaría que tuviese una vida muy larga en las estanterías de las librerías y que funcionase muy bien a nivel de ventas, pero llegará un momento en el que a nivel promoción ya no podremos hacer más, y habrá que confiar en que el cómic guste y que siga adelante.

Lo de una posible adaptación a otro medio sería fantástico, pero no es algo que me preocupe a día de hoy. Mi principal objetivo es que la promoción que hagamos sea buena y que lleguemos al mayor número de gente posible.

Después de la Brigada Lincoln, ¿hay algo en el horizonte?

Pues, como te decía, mi interés es hacer que el cómic llegue al mayor número de gente posible, y eso incluye darle difusión en el extranjero. Me gustaría poder buscar editorial fuera de España a la que le guste la obra y que quiera publicarlo.

Si consiguiéramos editorial en EEUU ya sería la guinda de este pastel que ha costado tanto acabar. Al mismo tiempo, Carles y yo tenemos un proyecto que aún está muy verde, pero que también está relacionado con la memoria histórica sobre un episodio poco conocido de la Guerra Civil.

¿Qué percepción tiene de la cultura en España, se valora lo suficiente o se debería apostar más por ella?

Por supuesto toda inversión que se haga en cultura es poca, pero es que además, el cómic es siempre visto como la hermana tonta de la cultura. Poco a poco y gracias a iniciativas como el premio nacional del cómic esa percepción pueril del cómic está cambiando, pero aún queda mucho por hacer.

Como decía Ghandi, “no hay camino hacia la paz, la paz es el camino“. Será difícil encontrarnos un día con que el mundo de la cultura sea un sitio perfecto, pero hay que seguir trabajando para que se parezca lo más posible a esa idea de oficio respetado.

Nadie puede imaginarse a un fontanero, a un electricista o a un mecánico malviviendo y con dos trabajos para poder subsistir, y sin embargo, muy pocos viven de la cultura, y la mayoría apenas sobrevive o lo tiene como una segunda fuente (pobre) de ingresos. Eso es lo que tiene que cambiar.

Acaba de fallecer Stan Lee, ¿qué herencia cree que deja para los fans y los profesionales del medio?

El legado de Stan Lee es evidente: una empresa que genera millones de dólares al año pero que, por contra, los creativos que están en la parte editorial, que son los que realmente insuflan vida a esas ideas y personajes, son los que menos se benefician, económicamente hablando.

Un autor, en calidad de guionista o dibujante, puede “jugar” con los juguetes de Marvel pero nunca serán suyos, y tampoco podrá beneficiarse de todos esos ingresos que genera la industria de Hollywood con esas mismas ideas que él o ella han creado.

Stan Lee fue un visionario y el mejor publicista que pudo tener una editorial en los años 60, cuando la industria del cómic en EEUU era elitista para con sus lectores y se encontraba estancada a nivel creativo. Lo que trajo Stan Lee fue un nuevo concepto que no se había explotado hasta la fecha. y ello haciendo partícipe de todo al lector como fan, como uno más del grupo y haciendo que se sintiera como en familia.

No puedo hablar por todos, pero en mi caso Stan Lee me ha hecho soñar y he disfrutado muchísimo con sus historias y las del resto de co-creadores, como Steve Ditko y Jack Kirby. Y a nivel profesional le debo mucho. Descubrir que Lee ya cumplía los 40 cuando co-creó Spider-Man, X-men o Los Vengadores es algo que me ha dado muchas energías y me ha enseñado a no desanimarme, ya que nunca se es demasiado mayor para cumplir tus sueños.

¿Se realizará alguna presentación oficial el día de salida de La Brigada Lincoln?

Sí, de hecho, tal y como hacen las mejores bandas de rock, vamos a hacer varias presentaciones por España, la primera el día 24 de noviembre en la librería Ateneo Cómics en nuestra ciudad, Alicante.

  • Ateneo Cómics (Alicante): 24/11 – 18:30h
  • Fnac Valencia: 25/11 – 18:00h
  • Atom Cómics (Madrid): 30/11 – 18:30h
  • Alcalá Cómics (Alcalá de Henares): 1/12 – 12:00h.
  • Omega Center (Madrid): 1/12 – 18:00h.
  • Fnac Alicante: 13/12 – 19:00h
  • Fnac Murcia: 14/12 – 19:00h
  • Monogràfic (Elx): 15/12
  • Fnac Goya (Madrid): 18/01

Además, el día 23 tendréis a Ester Salguero, colorista de La Brigada Lincoln, haciendo presentación y firma en la librería Nostromo de Sevilla.