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eldiario.es blanquea el fascismo nicaragüense

eldiario.es es un periódico digital español de calidad. Dirigido por Ignacio Escolar, se ha establecido como una referencia informativa para el país, trascendiendo el campo ideológico progresista, que es donde suelen apuntar la mayoría de sus contenidos guiados por su línea editorial.

Sin embargo, cuando se trata de informar sobre la actualidad de la izquierda que gobierna en otros países, eldiario.es se pliega en ocasiones a las informaciones fabricadas en Estados Unidos que son difundidas gustosamente por los medios de comunicación de la oligarquía española, cuyos accionistas desean ver caer a esos gobiernos para recuperar privilegios perdidos, como la explotación del petróleo.

Nicaragua está sufriendo una oleada de violencia ejecutada por grupos fascistas que buscan abiertamente el derrocamiento del presidente Daniel Ortega, elegido con el 72% de los votos y una participación del 68% en 2016. El momento escogido no es casual, Estados Unidos necesita 24 votos en la Organización de Estados Americanos (OEA) para aplicar la Carta Democrática a Venezuela antes de diez meses -porque en ese tiempo Venezuela abandonará esa instancia internacional- y el de Nicaragua no solo supondría el número 20 –EEUU cuenta con 18 apoyos más su voto propio- sino que arrastraría el de otras pequeñas naciones caribeñas.

Cada día aparecen policías y militantes sandinistas muertos. Cada jornada hay secuestros sufridos por ciudadanos de izquierda. A diario se producen saqueos y quema de edificios, tanto privados como viviendas y sedes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como públicas (colegios, universidades y alcaldías en poder de los sandinistas), pero eldiario.es prefiere alinearse con la derecha y la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) para manipular la realidad y convertir a las victimas en victimarios.

eldiario.es comienza su particular blanqueo del fascismo con este titular Ortega intenta prolongar el sistema de represión para que la gente se canse y se desmovilice, una cita de dos activistas que según el medio de Ignacio Escolar recorren Europa para contar qué está pasando en su país y conseguir presión internacional contra el Gobierno.

Lo que está pasando ya nos lo cuentan los medios de comunicación que no necesitan socios para mantener su actividad, en manos de banqueros y consorcios empresariales. Lo de buscar sanciones para asfixiar a un gobierno incómodo para EEUU y la oligarquía nicaragüense sí es más creíble. Esas giras para provocar hambre y escasez de medicamentos –de lo que luego culparán al gobierno– tienen precedentes en la oposición venezolana, la cual comenzó a hacerlas casualmente durante el ascenso de las guarimbas, una violencia desatada en las calles que el fascismo nicaragüense ha tomado como manual. Al pie de la letra.

Casi dos meses después del estallido de la última gran represión violenta en Nicaragua, pocos creen que Ortega verdaderamente esté dispuesto al diálogo. Lo que explican los que vivieron los primeros días de violencia y muerte es que el presidente anuncia su disposición a la negociación mientras manda a la calle a más policía y a más jóvenes sandinistas.

Con ese párrafo empieza eldiario.es su alegato antisandinista. Hace dos meses se produjo una manifestación en Nicaragua por parte de la oposición en la que se rechazaba la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). En esa reforma venía contenida la atención médica pública y gratuita para todos los pensionistas, lo que afectaba a la sanidad privada. Aumentaba las cotizaciones, sobre todo a los grandes empresarios, subía la paga mensual y mantenía en 750 semanas de trabajo el acceso a esos beneficios (14 años y medio de trabajo).

Tras la manifestación, que no fue reprimida por el gobierno de Daniel Ortegaeldiario.es no es capaz de mostrar prueba alguna de ello, como el resto de medios de comunicación que han denunciado esa hipotética represión- llegó la violencia, ejercida por delincuentes comunes que los medios de comunicación hicieron pasar primero por estudiantes universitarios, para después de unos cuantos saqueos a universidades del país, catalogarlos como movimiento de protesta.

La reclamación de la reforma del INSS quedó relegada en favor de la denuncia de Daniel Ortega, justificada en… Nada. Los medios de comunicación aliados de la derecha de Nicaragua y la Administración de Donald Trump justifican la petición de los violentos en la supuesta represión desatada por Daniel Ortega tras aquella manifestación de hace dos meses. Una manifestación que estuvo lejos de ser masiva, a juzgar por las fotos, tomadas siempre desde abajo en planos cerrados, una cobertura que contrasta con las tomas aéreas de gran calidad cuando se llenan las calles.

Y precisamente en eso está también eldiario.es. El segundo párrafo de su noticia dice así:

 Las cifras oficiales indican que ya han muerto más de 150 personas, sobre todo en Managua. Las organizaciones internacionales aseguran que se utilizan armas de todo tipo y piden que cese esta respuesta gubernamental tan virulenta. “Disparan al corazón y a la cabeza”, dice en la redacción de eldiario.es Jessica Cisneros, activista nicaragüense que, junto a otras compañeras, forma parte de una caravana informativa que pretende recorrer Europa para denunciar los casi 60 días de terror.

Cuando se realiza una noticia con la publicada por el eldiario.es los detalles no suelen coincidir con la realidad. Eso mismo le pasa a eldiario.es con la cantidad de muertos provocados por la violencia fascista. El último número dado por la Comisión de la Verdad, Paz y Justicia los sitúa en 168 desde el 18 de abril hasta el 14 de junio, por lo que hay que sumar varias muertes más. La cifra de heridos asciende a 2.100.

En un alarde de mediocridad que no aparece en otras secciones del periódico progresista, no se detallan las organizaciones internacionales que aseguran que se utilizan armas de todo tipo, otra generalización que no ayuda a la credibilidad de la información ofrecida. Pero no termina aquí la alarmante falta de periodismo, eldiario.es nos cambia la información por la experiencia personal de una mujer desconocida que podría haber venido desde la Guindalera madrileña a contar lo que se le hubiera ocurrido. ¿Datos? ¿Pruebas? ¿Nombres de los asesinados por la supuesta represión? Nada, solo la experiencia personal de dos activistas, algo que no se puede demostrar, y que, por lo tanto apenas sirve para un relato de ficción, mucho menos para una noticia.

Pero se puede hablar de disparos y también de armas de todo tipo. A continuación los últimos asesinados por la violencia fascista en Nicaragua. La mayoría de ellos militantes o simpatizantes del gobierno sandinista, el resto policías. Todos ellos asesinados por armas de fuego.

  • Jean Kerry Luna. Policía de 39 años. Deja a su familia (esposa y dos hijos).
  • Marcos Gutiérrez. Militante histórico del FSLN.
  • Guillermo Méndez. Militante histórico del FSLN.
  • Marco Antonio González Briseño. Policía de 41 años.
  • José Abraham Martínez. Policía de 22 años. Deja una hija y su esposa que está embarazada. Impacto de bala en el ojo derecho durante un ataque fascista a la comisaría en la que trabajaba.
  • Ulises Santiago Gogo. Sandinista asesinado por una bala en el pecho. Tenía 29 años.
  • Daysi Cornejo Jarquín. Asesinada por lapidación.
  • José Antonio Cruz Solís. Asesinado por arma de fuego al ir al trabajo. Tenía 29 años.

eldiario.es continúa con su noticia, expresando que “las activistas figuran en listas, las detenciones se producen a diario, se denuncian torturas sistemáticas en la cárcel El Chipote y aparecen cadáveres tirados en la calle. “Cuando anochece, la gente teme ser secuestrada”, alerta entrecortada Yerling Aguilera, también componente del equipo informativo“.

¿Qué listas? ¿El gobierno liderado por Daniel Ortega tiene listas negras con los nombres de sus adversarios? No lo sabemos. El periódico digital español suelta la acusación pero no la demuestra. Tampoco demuestra las torturas, pero no hace falta, Yerling Aguilera entrecorta la voz, las lágrimas van a brotar de sus ojos, para eldiario.es es suficiente justificación para creer sus palabras.

Pero se puede hablar de secuestros y torturas. A continuación vídeos bastante duros de secuestros y torturas ejercidos por los fascistas contra ciudadanos de izquierdas.

eldiario.es prosigue: “En las últimas manifestaciones, participó junto a otros compañeros en contra del cierre de espacios de participación y también por toda la represión vivida con el Gobierno de Ortega. “Viví los primeros momentos de violencia por parte de turbas y el apoyo que le daban a estos grupos los antimotines y la policía, fue una de las principales noches de terror y es lo que despertó al pueblo nicaragüense para movilizarse”, explica Cisneros.

Al preguntarle sobre cómo fueron los días siguientes al estallido, su voz suena algo más triste y parece que va a dejar de hablar. “Fuimos atacados por los grupos parapoliciales o juventudes sandinistas, nos gusta llamarles las juventudes orteguistas, y ya no disparaban solo con balas de goma. El día 20 de abril asesinaron a uno de mis amigos de un disparo al corazón y otro en la cabeza. Ese día también asesinaron al niño Álvaro Conrado de quince años.”

De nuevo los sentimientos en lugar de información. La pobre Cisneros casi no puede contener el llanto. Mataron a uno de sus amigos de un disparo en el corazón y a otro de un disparo en la cabeza. Resulta muy extraño que no aproveche el altavoz que le pone eldiario.es para dar los nombres y así empatizar con los lectores. Más extraño aún resulta que los periodistas del diario español no los incluyeran buscando revestir de credibilidad esta noticia cercana a una fake new.

De quién sí se habla es del “niño” Álvaro Conrado. Un adolescente de quince años asesinado. Según el contexto que da eldiario.es mediante la activista Cisneros asesinado por grupos parapoliciales o Juventudes Sandinistas -resulta que la activista no diferencia unos de los otros-. Sin embargo no está probada la existencia de grupos parapoliciales afines a Daniel Ortega, ni siquiera la OEA da por válida esa acusación, pero sí existen evidencias de grupos fascistas que usan armas no convencionales como morteros y pistolas de fabricación artesanal, las cuales disparan balas de plomo, como la que impactó en el cuello de Álvaro Conrado, que murió a causa de ello.

De hecho, el padre del jovencísimo estudiante no responsabiliza de la muerte de su hijo ni a las hipotéticas fuerzas parapoliciales ni a las Juventudes Sandinistas, según sus propias palabras: “agradezco el apoyo que el Gobierno está ofreciendo pero lo que yo espero es que haya justicia”.

Los grupos fascistas -que estas dos activistas intentan blanquear con ayuda de eldiario.es-, no han logrado, como no lo consiguieron en Venezuela con un guión no similar, sino igual, movilizar a los nicaragüenses. No ha habido más manifestaciones de la oposición, cuyos partidos políticos se limitan a justificar a los violentos esperando que la población culpe a Ortega de todo -en ello están trabajando a destajo los medios de comunicación generalistas- y ello les revierta en beneficios electorales. Quienes sí se manifestan son los sandinistas, pidiendo paz y diálogo.

La mayor prueba de que esas hipotéticas manifestaciones no tienen lugar es la falta de material gráfico que deje constancia de ellas. Los medios de comunicación nicaragüenses, en manos de grandes empresarios y banqueros no han sido capaces de tomar una sola foto de esas marchas. Extraño. Lo que sí hay es grupos fascistas matando y sembrando el caos, para las activistas entrevistadas por eldiario.es deben ser esas las manifestaciones en las que los que participan, con actitud pacíficas según leemos, llevan morteros, granadas y pistolas.

eldiario.es sigue con su información: “La activista asegura que está en marcha una cacería que tiene trazas de la dictadura de Somoza. De hecho ahora mismo se está utilizando la misma cárcel que se utilizó en los 70 para torturar a los estudiantes. “Estamos en el punto de mira de los grupos parapoliciales y en las listas que se han proporcionado a la policía nacional donde se han empezado a dar casos de secuestro y en muchos casos han sido remitidos a una cárcel popular y de tortura que se llama El Chipote“”.

De nuevo experiencia personal que no se puede comprobar, por lo que podría ser inventada como estructura informativa para consolidar los argumentos expuestos. Sin datos, sin pruebas. Debe ser por el parecido que estas activistas encuestran con Somoza que los fascistas que ellas justifican en esta gira internacional están matando a militantes históricos del FSLN que lucharon contra Anastasio Somoza.

La noticia continua: Los jóvenes que han estado en El Chipote comentan que hay un cuarto o centro específicamente para torturarlos. Se ha repetido un patrón que también se vivió en años anteriores en los que rapaban a los jóvenes como símbolo para desmovilizar la protesta”, concluye. Denuncian también que de la noche a la mañana, aparecen cuerpos tirados en la calle, lo mismo que sucedía hace 50 años.

Un nuevo escalón en el descenso hacia el descrédito: ahora no es lo que dice la activista, sino lo que dicen unos jóvenes y que ella ha oído a saber cómo. Pero la casualidad es que es cierto. El revolucionario Francisco Aráuz fue asesinado por los grupos fascistas, su cadáver fue dejado en la vía pública para instantes después quemarlo. Al igual que el sandinista Yosep Joel Mendoza, encontrado asesinado en el Boulevard Simón Bolívar, en Matagalpa.

eldiario.es sigue: “Nicaragua está en pause desde hace dos meses. Mucha gente ha dejado de ir al trabajo y las calles de Managua amanecen extrañamente vacías. “El paro en el país no solo se produjo el jueves, venía produciéndose porque en las ciudades de mayor represión parapolicial ya se habían organizado en barricadas, de alguna manera esas ciudades ya estaban paradas”, asegura Aguilera. “El paro (el del jueves) es un recurso pacífico para pedir la salida de Ortega del poder y que cese la represión. Se pide una salida pacífica porque la gente está desarmada y recibe ataques con armas“.

Los sindicatos de trabajadores están protestando contra los tranques -que no barricadas- que les impiden llegar a sus puestos de trabajo. Según fuentes oficiales, existen 158 tranques que impiden la libre circulación, lo que ya ha provocado varias muertes por diversas causas que van desde ambulancias que no pueden pasar hacia los hospitales con sus pacientes, y las muertes provocadas por los fascistas cuando los vecinos acuden a quitar los tranques. Como Pablo Ramos Chavarría de 21 años.

El paro del pasado jueves fue convocado no por la sociedad civil, sino por la patronal nicaragüense. Sin embargo los sindicatos de trabajadores no lo acataron por lo que supuso un fracaso para las fuerzas de derecha que adversan al presidente Daniel Ortega. Aguilera expresa que la gente está desarmada, ¿cómo es posible entonces que a dos jóvenes radicales les explotase un mortero cuando se desplazaban en un coche? ¿Cómo es posible que policías y sandinistas mueran por disparos de pistolas o sean heridos a base de machetazos?

eldiario.es termina su información con: “¿habrá diálogo entre Gobierno y sociedad civil? Aguilera niega con la cabeza. “En la calle la percepción sobre el diálogo es de desconfianza porque hasta ahora lo que ha pasado con esto es que ha habido más violencia y que el Gobierno no ha cumplido con las condiciones para que iniciase. Al no asumir estas condiciones, el Gobierno nos dice que no hay ninguna intención de dialogar y que lo que intenta es prolongar todo este sistema de represión para que la gente se canse y se desmovilice“.

Daniel Ortega no quiere diálogo. El periódico dirigido por Ignacio Escolar contextualiza: “Ortega no ha vuelto a acudir a la mesa de diálogo desde que se puso en marcha, el 16 de mayo, momento en el que un líder estudiantil le llamó asesino a la cara y le responsabilizó de las muertes“.

Uno de esos líderes estudiantiles que en vez de llevar libros y carpetas lleva pistolas y morteros. Que en vez de acudir a clases va a las universidades a saquearlas. Lo cierto es que la provocación de un joven fascista no fue el motivo por el que Daniel Ortega abandonó la mesa de diálogo. Hay otras razones.

La primera es que los fascistas, la Conferencia Episcopal y los partidos de derechas no solo negaron las muertes de sandinistas y funcionarios, sino que se negaron a parar la violencia y a quitar los tranques. Exigiendo además la renuncia inmediata de Daniel Ortega, la imposibilidad de que se presentase a la reelección para dejar descabezado al FSLN y el cambio en varias leyes importantes. Esto último fue un intento de aplicar el programa electoral de la derecha nicaragüense que ha sido rechazado hace dos años en las elecciones generales y hace siete meses en las municipales.

eldiario.es cierra la noticia de esta manera tan trágica: “lo cierto es que las activistas parecen cansadas. Ya han estado en Suecia, en Bélgica, en Francia, en Holanda y en Alemania para contar la historia presente de Nicaragua, una historia en la que “cuando cae la noche, la gente teme ser secuestrada o asesinada“. ¿Como a Leonel Alberto Morales Enríquez, representante de la UNEN en la mesa de Diálogo Nacional? Lo secuestraron, le propinaron una paliza y lo dejaron agonizando a su suerte.

Ataques y saqueos a mercados, amenazas de muerte a ciudadanos de izquierdas que poco más tarde se cumplen. Saqueos a viviendas de ciudadanos de izquierdas, a universidades y a colegios. Ataques con morteros y balas a comisarias, quema de medios de comunicación, sedes del FSLN y de viviendas de cargos públicos sandinistas con sus familias dentro, que provocan muertos cuando no son capaces de huir de las llamas. Además de los asesinatos, secuestros, humillaciones y palizas. Son fascistas. Delincuentes de la calle convertidos en terroristas como los pandilleros Tiffer y El Ocho.

Las activistas que han visitado la redacción de eldiario.es blanquean esos hechos. Lavan la imagen del fascismo que intenta que Nicaragua cambie su voto en la OEA para terminar con la Revolución Bolivariana y, por consiguiente, con sus gobiernos aliados de izquierdas. El periódico progresista español ha colaborado en el intento del imperialismo norteamericano en recuperar América Latina como su patio trasero.