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Desarticulando la información: El golpe en Perú

Queda muchísima tela que cortar sobre el golpe de Estado contra Pedro Castillo. De lo que ya no quedan dudas es de la magnitud del papel de los medios de comunicación.

El golpe en Perú se ha concretado finalmente. Una agenda que viene año y medio ejecutándose, acabó como querían los poderes fácticos en ese país, y de lo que no hay duda, es que los medios de comunicación han sido fundamentales para facilitar el desarrollo del golpe.

Por supuesto, es imposible no hacer comparaciones. Lo que sucede actualmente recuerda en muchos detalles a lo que pasó en Venezuela hace exactamente 20 años, cuando un presidente elegido por la mayoría era derrocado entre mentiras y traiciones, y una respuesta popular silenciada.

La diferencia en este caso, es que Pedro Castillo demostró no tener la misma experiencia política que su homólogo fallecido, Hugo Chávez. No obstante, todavía se va descubriendo la red de traiciones alrededor del exmandatario peruano.

Su sustituta es parte de esa red. Dina Boluarte se niega a convocar elecciones. Este es otro hecho minimizado por los medios, disimulando el talante antidemocrático de una jugada anunciada desde que la izquierda tomó el poder en Perú.

Pedro Castillo “el cholo”

El ahora expresidente del Perú tuvo todo en contra desde el principio. Para poder comprender lo que sucede allí, hay que obligatoriamente reiterar que la matriz de la incapacidad fue reforzada con una campaña profundamente racista y clasista.

Sobre esto, el Partido Comunista peruano refiere a diversas acciones de propaganda enfocadas en el sentimiento racista que subyace a algunas capas de la sociedad peruana.

“Vamos a tomar el gobierno y a sacar al indio”, repiten mensajes difundidos en grupos de Whatsapp. Estos fueron referidos por Iván Valcárcel, portavoz del Partido Comunista peruano, en una entrevista para Mundoobrero.es.

De igual forma, Valcárcel argumenta que Perú Libre fue infiltrado por factores del APRA y del fujimorismo, lo cual habría contribuido a desencadenar acciones contradictorias e ineficaces por parte del sector más cercano a Pedro Castillo.

El dictador

Pedro Castillo disolvió el Congreso leyendo un comunicado que le temblaba en las manos. Luego de ello se le catalogó como dictador.

Martín Vizcarra había hecho lo mismo hace dos años, y no fue tildado como tal. La prensa no justificó su decisión, pero contextualizó con suficiente precisión, tanto la decisión de Vizcarra como la del Congreso de destituirle.

Vizcarra no fue preso, pero Pedro Castillo sí. Mientras el primero fue respaldado por las Fuerzas Armadas, sin haber sido votado por nadie para llegar a la presidencia, Castillo fue puesto en custodia en cuanto se supo que el Congreso había aprobado su vacancia.

Que se vayan todos”

Lo que la mayoría pide son elecciones generales, y en este particular los medios han tenido que reconocerlo. Si Pedro Castillo era cuestionado, el Congreso que le destituyó lo era mucho más.

Los datos publicados por el diario La República hablan de un 87% de rechazo al Congreso. No obstante, los parlamentarios pretenden asegurarse la estadía en sus curules con Dina Boluarte al frente negándose a ir a elecciones hasta el 2024.

Esto sigue sin definirse, pero es el tema central del debate político, en donde no solamente se pide que se vayan todos, también que se haga una constituyente.

La respuesta popular no será televisada

Las manifestaciones a favor de la democracia comenzaron el mismo día que Castillo fue destituido y preso.

En Ayacucho, Arequipa y Lima, se vieron las primeras protestas. Sin embargo, nada de esto se supo hasta que fue inevitable que se difundiera la respuesta popular.

Sobre las protestas, periodistas como Phillip Butters opinaron públicamente que debían ser reprimidas con violencia.

“¿Ustedes a la hora de la hora no pueden hacer más que sobarse?”, sugirió Butters al General de la Policía Peruana, Manuel Lozada.

La crisis no termina

A diferencia de otros momentos en el Perú, la respuesta popular al golpe contra Castillo parece no terminar pronto.

El Frente Agrario y Rural del Perú, y la Asamblea de los Pueblos, convocó a un paro general para este martes 13 de diciembre, ya no solamente para pedir que se vaya el Congreso, sino para que se restituya a Pedro Castillo como presidente.

“Nos declaramos en insurgencia popular frente al golpe de Estado planificado y perpetrado por el Congreso de la República, la cúpula de las FFAA, la gran prensa, el poder judicial, y el Ministerio Público en calidad de operadores de los poderes fácticos y los grandes grupos de poder económico”, reza el comunicado de prensa emitido por el Frente Agrario y la Asamblea de los Pueblos del Perú.