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Paola Cabezas: “La izquierda no tiene cabida en esta democracia dictatorial interpuesta por Lenín Moreno”

El contexto político y social de Ecuador está en ebullición desde el año pasado, cuando el candidato de la izquierda Lenín Moreno ganó las elecciones y pasó a gobernar con una agenda neoliberal que no estaba recogida en su programa político. La izquierda que lo apoyó lo ha ido abandonando para volver con el expresidente Rafael Correa, mientras que la derecha ha pasado de ser la esperada oposición al sorpresivo apoyo de Moreno. Para conocer los detalles de la situación hemos entrevistado a Paola Cabezas, diputada de la Asamblea Nacional de Ecuador.

Muchas voces dentro de la izquierda ecuatoriana se han posicionado en contra del presidente Moreno, ¿por qué?

Moreno tomó distancia del proyecto progresista que le permitió ganar las elecciones. Un pacto disfrazado de “diálogo” con la derecha ecuatoriana y grupos económicos ha dado paso a la desinstitucionalización del país. Primero con una consulta popular que a través del ejecutivo ha cooptado todas las funciones del Estado, todas las autoridades son encargadas o transitorias, lo que conlleva a generar inestabilidad económica.

¿Quién invierte en un país donde todas sus autoridades son transitorias y han cesado a la Corte Constitucional dejando en acefalía jurídica e indefensión a todos los ecuatorianos? El presidente Moreno es parte de este plan regional que busca desaparecer a través de Lawfare a líderes progresistas de la región como Lula, Cristina y Correa, y así reinstalar el fallido y caduco neoliberalismo.

El candidato a la vicepresidencia que acompañó a Moreno, Jorge Glas, está hoy en la cárcel, ¿qué ha pasado?

El vicepresidente Glas es un preso político. Entregar a Glas a la justicia es parte de los pactos con empresas corruptas como Odebrech, su red de corrupción regional fue descubierta y denunciada fuertemente por líderes de la Revolución Ciudadana.

Lo que sorprende y causa estupor, es que los corruptores estén libres y Jorge Glas sin pruebas esté detenido y sentenciado a seis años en un proceso plagado de vicios de inconstitucionalidad, irrespetando el debido proceso, utilizando argucias como un código penal sin vigencia actual.

En Ecuador se vulneran abiertamente los derechos humanos y políticos, por ello hemos elevado nuestras denuncias a todos los organismos y foros internacionales para que se haga un llamado de atención enérgico al gobierno de Moreno. Insisto, esto no es casualidad, es la arremetida del poder mediático y político de la región que no nos perdona haber instalado en la conciencia ciudadana un proyecto popular para el pueblo.

Rafael Correa sostiene que hay una persecución política en su contra por parte del ejecutivo de Lenín Moreno, ¿cree que es cierto?

No hay dudas. Es más, la prioridad de este gobierno en sus primeros días de gestión fue llamar a la Consulta Popular inconstitucional para alinear todas las funciones del Estado a perseguir a Rafael Correa y todos los líderes políticos de la Revolución Ciudadana.

Siempre alertamos a la ciudadanía y a la región sobre lo que representaba la consulta para institucionalizar un sistema de persecución hecho a la medida para judicializar opositores políticos. Rafael Correa tiene 17 causas abiertas, una más tirada de los cabellos que otra, sin pruebas, sin elementos de convicción; todo es un montaje tipo reality show donde los medios se prestan a la espectacularización de las causas, con titulares escandalosos en donde él debe demostrar que es inocente, cuando en un estado de derecho y en democracia debe ser todo lo contrario.

En este momento se está llevando a cabo la audiencia de vinculación a juicio por el caso Balda, un prófugo de la justicia ecuatoriana que fue extraditado por la justicia ecuatoriana, y en retaliación política acusa a Correa de secuestro. Lo que se vive en Ecuador es impresentable por donde se lo vea. La justicia está secuestrada.

¿Está regresando el neoliberalismo a Ecuador?

Firma de “acuerdos” de apoyo en materia de seguridad con Estados Unidos (EEUU), el retorno a los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), endeuda al país por 500 millones entregando una garantía de 1200 millones sólo para cubrir gasto corriente y cero cumplimiento de plan de gobierno, perdonó 4500 millones a grandes grupos empresariales a través de la Ley de Reactivación Económica -que de eso no tiene nada-.

Deroga leyes y aprueba otras para permitir la fuga de capitales a paraísos fiscales, siendo esto prohibido por la ley; desde el gobierno se ha emprendido una lucha sin cuartel para eliminar cualquier forma de integración regional como UNASUR, además de la vulneración a nuestra soberanía y a nuestra Pacha Mama con el caso Chevron. Es sólo una pequeña muestra de que el neoliberalismo llegó al Ecuador con fuerza y con intensiones de arrasar con todo lo que huela a justicia social, equidad, redistribución equitativa de la riqueza. Los sectores populares no están en su agenda, están volcados en entregar el país al gran capital local y transnacional.

¿Debería Ecuador permanecer en el ALBA y la UNASUR?

Por supuesto. Es indiscutible que en la década anterior donde la región tuvo la fortuna de coincidir con la mayoría de gobiernos progresistas, asumimos la integración no sólo como un instrumento político potente para la geopolítica global, es indispensable pensar y planificar en bloque, que el más grande ayude al desarrollo del más pequeño, no competíamos, caminábamos juntos.

Divide y reinarás dice un conocido adagio popular, esa es la agenda del norte, dividirnos, debilitarnos, desaparecernos. Ecuador cometería un error histórico y traicionaría a toda la región si se presta de desaparecer UNASUR. Somos el país sede, no podemos permitir que unilateralmente se cometa tal error.

¿Por qué Lenín Moreno ha dado ese supuesto giro a la derecha?

Es doloroso admitirlo, pero Moreno fue un infiltrado de la derecha en nuestras filas, no hay otra forma de entender como en tan poco tiempo ha instaurado un gobierno de derecha. Es cuestión de comparar los planes de gobierno que fueron inscritos en el Consejo Nacional Electoral y se evidencia que está cumpliendo al pie de la letra el plan de Lasso, Nebot y los candidatos perdedores. No hay suposiciones, Moreno está disfrazado de progresista cumpliendo la agenda de la derecha ecuatoriana y la de EEUU.

¿Considera acertado que EEUU vuelva a la política de Ecuador?

A Ecuador históricamente la injerencia de EEUU le hizo mucho daño. Es cuestión de visiones, y para nosotros recuperar la soberanía luego de la salida de la Base de Manta significó un antes y un después en la política de seguridad interna y externa.

No es soberano que un país que no es el tuyo dicte las políticas de seguridad, porque te prestan los aviones o compran unos que otros equipos disponen y ponen las reglas de juego, eso lo superamos, entendimos que debemos caminar con nuestros propios pies, construir políticas apegadas a nuestra lógica.

Desafortunadamente tenemos un presidente que sueña con EEUU y su incompetencia lo ha hecho despojarse de lo más preciado que tienen los pueblos: su soberanía.

¿Existe silencio mediático en torno a la oposición a Lenín Moreno liderada por Rafael Correa?

Los medios sin ganar elecciones gobiernan. Son una pieza clave de el entramado de persecución y desinstitucionalización que lleva a cabo el gobierno de Moreno. La Revolución Ciudadana además de enfrentar a los poderes fácticos y hegemónicos tuvo a los medios jugando un rol político.

En mi opinión los medios están ejerciendo una serie de venganza por el odio reprimido que tienen porque se les obligó a pagar impuestos, asegurar a los trabajadores de la comunicación, a promover una Ley de Comunicación que garantice derechos a los ciudadanos y distribuir el espectro radioeléctrico de forma equitativa entre públicos, privados y comunitarios.

A propósito de la Ley de Comunicación, actualmente en la Asamblea Nacional se están discutiendo las reformas a este cuerpo legal, como no pueden tumbarla porque la Constitución lo prohíbe, la están desmantelando, ya no es una Ley de Comunicación sino una Ley de Medios hecha a la medida de los intereses de las corporaciones mediáticas.

¿Está teniendo la oposición de izquierdas problemas para participar en futuros procesos electorales?

El bloqueo a la primera fuerza política del país es sin precedentes. Han vulnerado todos nuestros derechos a la participación política bloqueando por tres ocasiones la posibilidad de inscribir nuestra organización con las justificaciones más absurdas que puedan existir.

Han violado el Código de la Democracia con la consigna de impedir que Rafael Correa sea candidato. Nada que huela a progresismo o “correísmo“, que para la oposición es lo mismo, tiene cabida en esta democracia dictatorial interpuesta por Moreno.

Hemos interpuesto demandas a organismos internacionales para que se respete nuestro derechos democrático a elegir y ser elegidos. Si quieren acabar con un proyecto político que cambió la vida de los ecuatorianos, pues que lo hagan en la urnas, proscribirnos de la política de la forma más cobarde no tiene asidero en una democracia. No nos van a doblegar, seguiremos luchando porque se respete nuestro legitimo derecho a la participación y organización política.

¿Cómo definiría lo que aconteció con la consulta popular y el referéndum que llevó adelante Lenín Moreno?

Una consulta inconstitucional, mañosa y tramposa. ¿Cómo más se define un proceso que nació del ejecutivo, quién a través de una terna nombra a un Consejo de Participación Ciudadana Transitorio con funciones y súper poderes, que no están ni en el mandato popular que les dio el pueblo y mucho menos en la constitución?

Este CPCCS-T de un plumazo se bajó a todas las autoridades de control, las mismas que deben ser elegidas mediante concursos y posesionadas por la Asamblea Nacional, pues en la democracia transitoria del Ecuador este consejo asumió todos esos poderes violando de forma flagrante nuestra carta magna.

Lo más grave es que este mismo cuerpo colegiado espurio designó un fiscal encargado, figura que no existe en la ley, y este individuo de forma ilegal está impulsando las causas para perseguir judicialmente a Rafael Correa. Que no le quede duda al mundo que en Ecuador no existe democracia plena, las instituciones están cooptadas por este artilugio llamado CPCCS-T.

¿Cuál es la situación de la izquierda en la Asamblea Nacional de Ecuador?

Es complejo definir a la izquierda en la Asamblea Nacional. Movimientos Políticos como Pachakutik, Izquierda Democrática y la misma Alianza País que se suponen son de izquierda son funcionales al gobierno y a la derecha ecuatoriana, las ideologías no funcionan para este bloque.

Hemos vuelto al congreso de la partidocracia donde las mayorías móviles se mueven en torno a intereses coyunturales. El bloque de la Revolución Ciudadana se ha constituido en la única fuerza progresista que actúa de acuerdo a nuestro plan programático con el que fuimos elegidos, jamás nos vamos a plegar a leyes que afecten a las grandes mayorías, somos una oposición ideológica y así nos mantendremos.

¿Considera que la mayoría de los que votaron por Lenín Moreno lo siguen apoyando?

Lenín Moreno está viendo reflejada en las encuestas las malas decisiones de su gobierno en materia económica, social y política. Las empresas de medición coinciden en que su nivel de credibilidad ha descendido cerca del 70%, así como la desaprobación a su gestión que bordea resultados similares.

Medidas como el gasolinazo, las recurrentes contradicciones en su discurso, la falta de liderazgo en políticas de seguridad, y el mal manejo de las crisis tienen al presidente en un momento muy frágil de su gestión. Ha dicho abiertamente que ya cuenta los días para largarse ya que él no quiso ser presidente. Creo que el pueblo ecuatoriano se lo agradecería, el apoyo a su gestión se revierte en negativos vertiginosamente.

Usted es asambleísta, ¿cuál es su labor en el poder legislativo?

Nuestro rol es el de fiscalizar e impulsar leyes que fortalezcan las políticas públicas en torno a nuestra constitución que es inminentemente garantista de derechos. Esto se pone cuesta arriba cuando nuestras iniciativas como bloque son boicoteadas permanentemente.

Un ejemplo es la Ley de Lucha Contra la Corrupción impulsada por la Comisión de Justicia que preside una de nuestras compañeras de bancada. Es una excelente ley por los aportes que recibió de varios sectores de la sociedad civil, así como de los asambleístas de diferentes bancadas. El ejecutivo la vetó por completo y envió otro proyecto. A eso nos enfrentamos continuamente.

¿Considera que las propuestas de Luis Almagro con respecto a Venezuela son acertadas?

Más que observaciones directas a la persona, creemos que la OEA como institución debe propender al respeto y autodeterminación de los pueblos. Venezuela vive momentos muy difíciles y como países miembros debemos buscar el equilibrio sin azuzar a los ciudadanos a generar más inestabilidad y violencia.

Con Rafael Correa imposibilitado electoralmente, ¿la Revolución Ciudadana tiene líderes formados que puedan ganar las próximas elecciones?

La Revolución Ciudadana es un proyecto ganador, probado en las urnas con el apoyo del pueblo ecuatoriano. Siempre concebimos este proceso con el liderazgo de Rafael Correa, que sigue siendo el principal cuadro de nuestra organización, pero sin duda alguna hay muchos cuadros que se han formado en la lucha popular y que dan la talla para enfrentar electoralmente a la derecha.

Hoy nuestra lucha se centra en lograr destrabar el bloqueo político para legalizar nuestra organización, sin ello nuestros cuadros no podrán competir. Tenemos elecciones seccionales en 2019, es nuestra primera prueba de fuego, y estamos seguros que la vamos a superar porque seguimos vivos en el corazón del pueblo llano y sencillo que reconoce en la Revolución Ciudadana la garantía de devolver a los ciudadanos lo que les corresponde.