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El fascismo busca la desestabilización de Nicaragua mediante la violencia

Nicaragua está sufriendo una oleada de violencia ejecutada por pequeños grupos de jóvenes fascistas, que han copiado los métodos de las guarimbas venezolanas. El gobierno de Daniel Ortega ha intentado dialogar con los violentos para lograr un acuerdo que hiciera regresar la paz a las calles, sin embargo el Diálogo Nacional se rompió.

Las razones para el fin de las conversaciones fueron, por una parte, la negativa de la derecha de suspender los tranques de carreteras y de la violencia, y por la otra las exigencias de la derecha de cambios en el sistema jurídico nicaragüense rechazados por la mayoría de la población. Los nicaragüenses no acompañan los tranques con manifestaciones masivas, ni los llamados a paro general, siendo además muy recientes las elecciones presidenciales y municipales, en las que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) liderado por Daniel Ortega arrasó con el aval de los observadores internacionales.

En medio de una ola antibolivariana desatada por la derecha venezolana y apoyada por los medios de comunicación, Nicaragua se alza como uno de los principales apoyos de Venezuela. Además el gobierno de Daniel Ortega impide la privatización de los recursos naturales, llevando a cabo una gestión de gobierno que está redistribuyendo la riqueza, logrando hitos como el fin del analfabetismo y el descenso sostenido de la pobreza.

La violencia fascista responde a un intento de Revolución de Colores que haga caer al gobierno de izquierdas dirigido por el sandinismo. Pese a que los grandes medios de comunicación insistan con su estrategia de presentar como manifestantes moderados y democráticos a grupos radicales; los morteros que usan, las muertes que provocan, los intentos de homicidio y los saqueos que perpetran rompen esa imagen.

Durante el día de ayer, el mayor sindicato del sector de la construcción se quejó desde la Central Sindical de Trabajadores (CST) por los tranques, que impiden a sus trabajadores llegar a sus puestos de trabajo, poniendo en peligro sus empleos. También ayer quemaron el Ministerio Público de la Familia, lo que ha provocado que niños y adolescentes en situación de riesgo deben ver como los procesos judiciales iniciados en su favor deben comenzar de nuevo, porque en el incendio se han quemado los ficheros. Seguirán en manos de maltratadores o familias desestructuradas, sin recibir pensiones alimenticias o en orfanatos en espera de ser adoptados por una familia.

Los fascistas quemaron la casa de María Isabel Halsan, concejal del FSLN. Lo hicieron por la noche, cuando la familia de la política dormía en casa, incluidos sus hijos pequeños. También saquearon centros universitarios como la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y mercados como el de Artesanía, provocando pérdidas difícilmente asumibles para los pequeños comerciantes.

Los medios de comunicación también ha sido blanco de los grupos fascistas. Tu Nueva Radio Ya fue incendiada con el personal trabajando en las instalaciones. Los violentos también saquearon la sede de la radio robando consolas, computadoras, refrigerador y televisores” según Dennis Schwartz, el director del medio de comunicación.