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ZZ

No es el nombre de un insecticida.

Es el nombre del mesías prometido, que por fin, vuelve.

Zinedine Zidane.

¿Y por qué realmente vuelve?

Parece mentira que a todos nuestros colegas de profesión se les haya escapado algo tan evidente: aparte de su evidente cariño por el presidente y su amor sincero por el Real Madrid, lo cierto es que el pobre esta arruinado.

Esta es nuestra primicia, no va a ser esto solo patrimonio de La Sexta de Pedrerol.

Resultó patético verle desenvolverse (eso sí, tan acertadamente), con la timidez que le caracteriza en la rueda de prensa vestido de esa guisa; la chaqueta, prestada o regalada, lo desconozco, correspondía a un individuo que gasta al menos tres o cuatro tallas menores que la suya.

¿Y qué decir de los pantalones? Estos en cambio habrían seguramente pertenecido a otro donante mucho más alto que el propio Zinedine, y desde luego aparentaban haber sido muy bien aprovechados, dado el estado harapiento en que se encontraban, con innumerables rotos y zurcidos, y una vuelta en los bajos de al menos treinta centímetros.

Dicho esto, y aquí estamos para ayudarte, amigo Zinedine, si necesitas algo nos lo pides, desearte los mayores éxitos y muchísima suerte, porque majete, la vas a necesitar.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y nuestro presi Florentino, con toda la inteligencia que cabe suponerle y que tiene por otra parte sobradamente demostrada, ha cumplido con creces con este aserto; le costó la presidencia hace unos años con los galácticos acomodaticios y estos de ahora le han vuelto a poner en la misma situación.

Y Zidane fue tan honrado en la rueda de prensa que encima se comió el marrón: reconoció su culpa asumiendo que él era el piloto de la nave y cargando con la responsabilidad de haber dejado escapar la Liga y la Copa del año pasado. Pero sus palabras dejaron traslucir también el auténtico motivo de su abandono, hace ahora poco más de nueve meses, y no fue la marcha de Ronaldo, sino la absoluta convicción, por parte de alguien que entiende, y mucho, de que con ese grupo de jugadores, que ya lo habían ganado casi todo, era imposible volver siquiera a intentarlo.

Y los hechos, testarudos, le han dado empecinada y también desgraciadamente la razón.

En el fútbol actual, el noventa por ciento es la forma física, un cinco por ciento de ganas y de ambición y solo otro cinco por ciento de técnica (se supone que estamos hablando de jugadores profesionales en una competición de un país europeo de nivel). Y si te falta algo de eso estás muerto, y esto es lo que le ha pasado al Real Madrid.

Sé que no te gusta, y que no tienes precisamente carácter para ello, pero será muy interesante ver cómo poco a poco, domingo a domingo vas podando el árbol de las ramas viejas y torcidas, porque visto desde fuera, parece que te sobran al menos dos titulares por línea. Piensa también por favor en un nuevo capitán; jamás el club tuvo uno tan estrambótico.

Y te rogaría fueses a la vez si es posible charlando con tus amiguetes parisinos, por si Kylian Mbappé o Verrati quieren aterrizar por aquí (o Antoine Griezmann).

Agradeciéndote sinceramente, Zinedine, la enorme nobleza que has demostrado acudiendo al rescate, sabiendo de antemano que es absolutamente imposible que repitas tu brillantísimo palmarés, no me resisto a darte humildemente un último consejo: traeros a Monchi, que es el mejor del mundo en su puesto y ahora mismo está en el paro. Y además así tenéis un bouclier (escudo).

Gracias Zizou.

Delenda est Moscardó.