The news is by your side.

Comisión de investigación del accidente de Angrois (III): Comparece el maquinista

Carmen Jiménez Berrocal, directora de la Oficina de Atención a las Víctimas de Accidentes de Renfe Operadora.

Tras expresar sus respetos por las víctimas y familiares, informa de la puesta en marcha de una oficina especial para atención a las víctimas y familiares desde el primer minuto de conocido el accidente. Declara la plena disposición de Renfe Operadora hacia las víctimas y sus familiares en cuanto a temas de seguros, asistencia sanitaria o psicológica, e incluso apoyo moral. Se estableció un contacto permanente periódico y personalizado con cada una de las víctimas afectadas por el accidente (no se pudo establecer comunicación con ocho afectados).

Facilita los trámites con las aseguradoras de Renfe.

Intervención del representante de ERC

La compareciente se sorprende de que haya alguna víctima descontenta con la oficina que ella dirige, “…tampoco podemos proporcionar a nadie un teléfono de una persona…y además, como usted sabe, hay una ley de protección de datos que no podemos incumplir…lo que no puedo es dar teléfonos de nadie…”. Asegura no haber recibido personalmente presiones políticas.

Intervención del representante de Cs

La compareciente piensa que los protocolos de actuación diseñados para accidentes de este tipo, que cree que son los adecuados, fueron cumplidos por sus compañeros de protección civil de la empresa ferroviaria.

Intervención de la representante de GCUP-EC-EM

Asegura la compareciente que dar información sobre las causas del accidente no es competencia de la oficina que dirige, ni las víctimas le han pedido nunca esas explicaciones, ni ella se ha preguntado a sí misma cuáles fueron las causas, eso es labor de los jueces.

Intervención del representante del grupo socialista

El interés del representante socialista es resaltar la tardanza en la creación, por parte de una empresa pública dependiente del gobierno del PP, de una oficina específica para el accidente. La compareciente le explica, casi a cada pregunta, que la atención a las víctimas y sus familiares se produjo desde el minuto uno, aunque la oficina no tuviera nombre como tal.

Intervención del representante del grupo popular

La compareciente confirma la preocupación personal de la ministra de Fomento entonces, Ana Pastor, por la mejor atención posible a las víctimas y sus familiares. Asegura que Renfe se extralimitó cualitativa y cuantitativamente en la obligación legal de la cobertura del seguro obligatorio de viajeros. También confirma las variadas reuniones con altos cargos ministeriales y de Renfe con las asociaciones de víctimas.

Compareciente Francisco José Garzón Amo, maquinista del tren accidentado

A pesar de considerar quien esto escribe que su presencia es un acto de crueldad por parte de quienes acordaron su comparecencia, no dejaré de trasladar su alegato de defensa porque estas palabras deberán ser tenidas en cuenta a la hora de las conclusiones de la comisión, si bien no por los partidos mayoritarios, sí por quienes seguiremos las declaraciones de todos los comparecientes:

Visiblemente emocionado, reconfortado afectuosamente por el presidente de la comisión, manifiesta su deseo de que su escrito lo lea otro. Comienza su escrito con “…un recuerdo para todas las víctimas…les agradezco profundamente la actitud y comprensión que demuestran cada día hacia mi persona…”; el ferroviario da a entender que los hechos son muy distintos a como en un primer momento se hizo creer a la opinión pública, “…de este accidente se ha hablado mucho y, afortunadamente, comienzan a aclararse todas las causas reales del mismo…”. Comienza su alegación con la conversación telefónica con el centro de Atocha, “…desde la propia cabina de conducción donde me encontraba herido y atrapado sin posibilidad de moverme…y que se activara el plan de emergencias…solo podían disponer de la grabación Adif y el Ministerio de Fomento…portada de importantes medios de prensa…”.

El maquinista se basa en el libro Tragedia de Angrois, de La Voz de Galicia, para recalcar el interés de la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el secretario de estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, de entregarle la llamada que hace el maquinista al centro de Atocha al juez y al fiscal justo cuando aquel procedía al levantamiento de cadáveres, pero les emplaza a que entreguen la conversación a la secretaria judicial.

Enlaza su frase de que “…ya se lo había dicho al de seguridad…” con el email enviado por el jefe de maquinistas de Orense conocido por directores y personal de seguridad de Renfe y cree que también de Adif, “…en resumen, era un accidente anunciado…una línea carente de toda medida de seguridad…solo la memoria de los maquinistas…recibí una llamada desde su teléfono corporativo del interventor del tren a mi teléfono corporativo y estaba obligado a responder…(cualquier llamada) puede provocar una pérdida de consciencia situacional…no se nos ha formado para atender esas llamadas, ni existe un análisis ni evaluación de riesgos de las mismas…”.

Otro capítulo importante en el que se centró el desprestigio del maquinista desde el primer minuto del accidente fue la filtración de una foto que subió a su Facebook en la que se ve un velocímetro que marca 200 km/h, “…dándose a entender que me encantaba correr con los trenes…el día de la foto no conducía yo, lo hacía el maquinista que nos enseñaba…los trenes circulan a la velocidad que tiene marcada por la empresa…si el día del accidente circulaba a 195 km/h antes de la curva era porque la velocidad establecida en ese tramo es de 200 km/h. En ese tramo no había señal alguna que indicara cuándo reducir la velocidad ni sistema que controlara esa velocidad del tren…antes de la curva el tren estaba circulando a la velocidad permitida…”.

Se pregunta el maquinista que “…si por realizar cincuenta y nueve servicios por una línea, ¿ya no hacen falta medidas de seguridad? Una pérdida de consciencia situacional se puede producir el primer viaje o después de miles de viajes. Una pérdida de consciencia situacional es imprevisible para las personas, pero debe ser previsible para las organizaciones….

Tras el aviso, el 26 de diciembre de 2011, del jefe de maquinistas de Orense sobre el riesgo de la curva de Angrois, se procedió a incrementar la formación de los maquinistas. Asegura el maquinista compareciente que no recibió, como demuestra la documentación aportada por Renfe, incremento de formación, “…el jefe de maquinistas de Orense formaba a los maquinistas de esa dependencia y que prestaban servicios en los trenes de media distancia, y yo prestaba servicios en la residencia de Coruña y trenes de larga distancia, luego nunca me impartió formación alguna…a mí no se me imparte más formación de la línea 082 que la citada de las días 16 al 19 de noviembre de 2011…”.

Por último, relata lo acontecido desde el momento del accidente hasta que lo llevaron al juzgado, “…cuando me sacaron del tren me llevaron al hospital… (nombra las múltiples lesiones) debiendo pasar todo el tiempo en el sillón…el drenaje me fue retirado para darme el alta del hospital el día 27 y me llevaron directamente a los calabozos de la comisaría…no fue ordenada por el juez, sino por la Policía…el día 27 el ministro del Interior visitaba Santiago…en su rueda de prensa pudiera decir que tenían detenido al maquinista en los calabozos…”. Sigue relatando su estancia en los calabozos, “…pedí una silla porque no podía tumbarme, por mis lesiones; me dijeron que estaba prohibido …pasé todo el tiempo sentado en el suelo…el día 28 me llevaron a declarar ante el juez…decretó mi libertad”.

Finaliza “…con un nuevo abrazo fraternal a las víctimas…”, “…unas simples medidas tomadas después del accidente, en concreto, la instalación de tres señales de chapas y tres balizas, dos ERTMS y una ASFA habrían evitado ese accidente de haberse instalado antes de la puesta en servicio de la línea”. Sus últimas palabras son: “Si dan permiso podremos oír la grabación de la conversación con Atocha”.

Intervención del representante del grupo mixto

Comienza insistiendo en que el objetivo de esta comisión es “…aquellos fallos…mejorar la seguridad…”, es decir, nada de responsabilidades políticas. “¿Cuándo se incorporó a la conducción de trenes Alvia?”, a la respuesta inconcreta del maquinista achaca el político al ferroviario que “…y con muy poca formación, por lo que acabo de escuchar”. Insiste el político en la falta de conocimiento del empleado de Renfe al decir que “este trayecto donde se produjo el siniestro el 24 de julio de 2013 no era especialmente conocido por usted”. Saca a colación la conversación telefónica de cien segundos que mantuvo el maquinista con el interventor justo antes del accidente, solo para preguntarle si se reconocía en la transcripción de la conversación.

Intervención del representante del PNV

No hace preguntas, considera que esta comisión es para depurar responsabilidades políticas y acaba su intervención con estas palabras: “A usted no le considero responsable de absolutamente nada más que de ser humano”. El maquinista le agradece su consideración.

Intervención del representante de ERC

Quiero que sepa tres cosasuna, está usted aquí por la petición de otros grupos parlamentarios…dos, por parte de este grupo usted es una víctima más, ni más ni menos…”. La tercera cosa es que cede su tiempo para que la comisión oiga la conversación íntegra que el maquinista sostuvo con el puesto de mando, vetada por algunos grupos parlamentarios. El presidente, visiblemente molesto porque la comisión acordó la prohibición de la reproducción de dicha conversación, le quita la palabra y da un leve manotazo en la mesa.

Intervención de la representante de GCUP-EC-EM

Usted no debería estar aquí…más bien usted es una víctima más en ese accidente”. Ante la prohibición de reproducir el vídeo de la grabación, la representante de GCUP-EC-EM procede a leer la grabación completa de la conversación que el maquinista sostuvo con el puesto de mando nada más producirse el accidente; interrumpe la lectura en la parte de la conversación que, según la interviniente, hicieron llegar interesadamente Ana Pastor y Rafael Catalá al juez y fiscal a la zona de Angrois nada más producirse el accidente. También esa fue la única parte de la grabación que se envió a los medios de comunicación para que la opinión pública sentenciara al maquinista (muestra el titular de un periódico dos días más tarde del accidente, “El maquinista frenó muy tarde. El maquinista iba a 190 cuando tenía que ir a 80”).

Pasa a leer la parte de la grabación que no se pasó al fiscal ni a los medios de comunicación, en la que el maquinista dice “…esto ya se lo dije al de seguridad , que eso era peligroso, que un día nos íbamos a despistar…que eso es inhumano, esta curva…”. La interviniente justifica la lectura íntegra de la grabación porque, al no llegar nunca esa segunda parte de la conversación a los periódicos ni al fiscal, la opinión pública se conformó con las portadas de los periódicos, e incluso el señor Catalá, a las semanas del accidente, lo sentenció también públicamente en una entrevista en la que dijo que el maquinista iba con exceso de velocidad. A preguntas de la interviniente, el maquinista pide que “…me dejen vivir en paz”, “…(a las víctimas) mis respetos y solicitar el perdón y prefería haber muerto yo a uno de ellos…”. La representante de GCUP-EC-EM vuelve a mostrar un periódico, en el que se lee que el maquinista ya está detenido y será interrogado por la Policía, a la pregunta sobre el trato inhumano recibido dice el ferroviario “…escondiéndome…evitando la prensa…el trato lo vieron ustedes…no levantaba cabeza…entren a valorar ustedes si una persona normal y corriente que tenga un accidente merece el trato que recibí yo”. La interviniente lo despide diciéndole que para ella era un trabajador que trabajaba en unas condiciones laborales en las que no se garantizaban ni la seguridad laboral ni la de los viajeros.

Intervención de la representante del grupo socialista

Comienza diciendo al maquinista que “sepa usted que tiene toda la empatía y todo el apoyo emocional y todo el reconocimiento, como un trabajador que es, por parte de este grupo parlamentario”. A continuación hace al presidente la petición de una reunión de la comisión porque le parece que algún grupo se salta los acuerdos tomados y están haciendo uso partidista del dolor de alguien. Justifica el cambio de posición de su grupo con respecto a la creación de la comisión.

No le pide disculpas al maquinista por haber solicitado su comparecencia, y le dice que siente muchísimo que esto le afecte y reviva una situación con la que tiene que vivir el resto de sus días; la petición de comparecencia no fue caprichosa, la hicieron porque “si esta comisión…tiene por objeto determinar qué ha ocurrido y evitar que vuelva a ocurrir…” es importante que todos los elementos que puedan conformar las conclusiones se puedan escuchar “…esta comisión no es un tribunal”, es decir, la nueva interviniente del grupo socialista reitera que no habrá depuraciones de responsabilidades políticas. Sigue en su línea de bronca a los grupos que claramente buscan, además de evitar nuevos accidentes, depurar responsabilidades políticas “ listado de comparecencias fruto del consenso…el grupo parlamentario socialista ha puesto en esa lista a los responsables que en aquel momento lo eran del gobierno socialista…no vamos a jugar a hacer ningún paripé…”.

A continuación, sin citar a nadie, carga con duros calificativos “…no se nos falte al respeto ni a la verdad…”, “…no lo sometamos (al compareciente) a un tercer grado, respetemos lo que manifiesta ese o esa compareciente, es una cuestión de dignidad parlamentaria y de respeto a los ciudadanos que comparecen en esta comisión…”. Sus duras palabras tienen un claro rechazo a los dos grupos que manifiestan que hay que depurar responsabilidades políticas, a los que califica de irrespetuosos con la comisión y con los comparecientes, mentirosos, inquisitoriales, e indignos parlamentarios. Invierte 5.07 minutos en lanzar su diatriba.

La aportación del maquinista para que no vuelva a ocurrir un accidente de tales características que consigue la representante del grupo socialista es que no hay establecido en la evaluación de riesgos que el maquinista no reciba llamadas de teléfono que desvíen su atención de la conducción, y que recibió una formación básica de prevención de treinta y dos horas para conducir trenes Alvia. Le vuelve a expresar que siente que pase por esta situación, a lo que el maquinista, entre sollozos, le responde: “Es que yo tenía cinco años de anonimato, cinco años de anonimato, y ahora no vuelvo a tenerlo”, “bueno, lo siento mucho”, le contesta la representante del grupo socialista.

Intervención del representante del grupo papular

Le dice al ferroviario compareciente que el grupo popular no era partidario de crear esta comisión, la investigación independiente es la judicial, pero una vez creada ellos trabajarán en los objetivos de la misma que son “tratar de esclarecer y analizar las causas de este accidente y los elementos que tienen relación con el mismo”, entre las cuales no se encuentran la responsabilidades políticas.

Le pregunta si llevaba la documentación completa del tren (entre ellas, el cuadro de velocidades máximas); si hacía todas las semanas ese viaje varias veces; le pregunta sobre los registros del Hasler Teloc: Sale de Orense a las 20.05, y en el punto kilométrico 2 acciona el pulsador para pasar de Asfa convencional a digital, “¿es así?”; en el kilómetro 8 le surgió un problema con el frenado de emergencia, “está en el juzgado”, responde el maquinista; a continuación el interviniente del grupo popular se empeña en demostrar que el maquinista actuó mal en la curva de Angrois:

-Grupo popular: “…a las 20.39 inició la conversación telefónica, ¿considera que este tiempo de 100 segundos que duró esta conversación ha sido demasiado largo para lo que tenía que contestarle al interventor?”.

-Maquinista: “Eso prefiero no contestarle, perdone”.

-GP: “…¿Era sobre un tema intrascendente?”.

-M: “Yo no entro a valorar si era intrascendente o no, yo tenía que coger el teléfono”.

-GP: “Yo no digo que no tuviera que cogerlo, pero digo que no era una llamada de emergencia”.

-M: “Eso lo tienen que dilucidar Renfe y Adif”.

-GP: “Mire, la llamada esta que recibió usted, ¿le distrajo de la atención a la conducción?”.

-M: “No contesto…es obvio lo que hay”.

-GP: “Mire…manifestó (en el juzgado, refiriéndose a la señalización de esta línea) que a la altura de una señal que se llama “e prima siete”, que es una señal avanzada, usted es la señal que tomaba como referencia para empezar a reducir la velocidad, que usted conocía que había que reducir, ¿es así?”.

-M: “…Si es lo que declaré (en el juzgado) es lo que le voy a responder, igual”.

-GP: “¿Qué explicación tiene el que con esa señalización más la siguiente señal avanzada, de siete que había, usted no fuese capaz, no redujese la velocidad?”.

-M: “Está en vía libre la señal”.

-GP: “Pero usted conocía que debía bajar la velocidad de 200 a 80 km/h”.

-M: “Pero es que no había señalización ninguna de que bajara la velocidad”.

-GP: “Pero…”.

-M: “No había señal ninguna”.

-GP: “¿En el cuadro de velocidades no figura esa reducción de velocidad?”.

-M: “Sí, pero usted mismo se contestó que atendí la llamada”.

-GP:“¿Cómo? ..Atendió la llamada, pero quiero decir que en el cuadro de velocidades estaba esta reducción, me pregunto”.

-M: “Mire sobre mi actuación lo tiene en el juzgado, no voy a reponder”.

-GP: “Bien”.

Parece que, siguiendo el manual del psicólogo al que le regalaron el título en una tómbola, como para despistar al compareciente le pregunta sobre su formación, para volver a cargar sobre la conversación telefónica. El político, para contradecir la manifestación del maquinista de que no tenía ninguna comunicación sobre el uso del teléfono, saca del informe de la CIAF una ficha de información al maquinista que versa sobre el uso del teléfono móvil “…limita la conversación a lo estrictamente necesario…”. El maquinista le responde: “Eso se refiere al teléfono particular, este es el teléfono corporativo”, el político le interrumpe: “Se refiere al uso del teléfono en la conducción”, el maquinista le aclara con decisión: “Al particular. La llamada es al teléfono corporativo, al que me da la empresa. Al que tengo que responder porque no sé yo…,al que tengo que responder por narices”.

Para el que esto escribe, el representante popular eleva la comisión a lo kafkiano cuando dice que la conversación telefónica íntegra entre el maquinista y el interventor está en el informe de la CIAF, en la página web, “…yo lo he leído veinte veces …y que no es ningún secreto, es público, notorio y conocido…”. Entonces, ¡por qué se prohibió su reproducción en la comisión, hasta el punto de retirarle la palabra a un representante del pueblo que quiso reproducirlo! ¿Será porque lo que no aparezca en esta comisión, por muy conocido que sea por todos, no será tenido en cuenta?

Por último, suscribe las palabras de bronca al presidente de la comisión e insultos a los grupos parlamentarios prorresponsabilidades políticas de la representante del grupo socialista.