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El efecto Donald Trump impulsa a Dennis Hof a ganar las elecciones estando muerto

Dennis Hof, el candidato de Trump, fue electo como representante republicano por el Estado de Nevada para ocupar un cargo en la legislatura estatal, lo curioso, es que murió el mes pasado. Esta es su historia.

La noche de las elecciones en Estados Unidos (EEUU) nadie se acordaba del candidato “natural” republicano James Oscarson. Había sido desde el año 2012 el ganador republicano del Estado de Nevada, y esperaba repetir su victoria por cuarta vez consecutiva en un estado que siempre le había apoyado, pero la noche de las elecciones ni siquiera era candidato.

James Oscarson había ganado su puesto como representante de su distrito para la Asamblea del Estado de Nevada, en el año 2012. Lo obtuvo con un cómodo 64% de votos a favor, y desde entonces fue aumentado su apoyo, ganaba las elecciones con casi el 100% de votos a favor, presidiendo varias comisiones al mismo tiempo. Ya había mostrado su disposición a repetir en el cargo una vez más, pero entonces, ¿Por qué nadie hablaba de él?

Casado y con tres hijos, este director ejecutivo de un hospital había sufrido una derrota inesperada meses atrás en las primarias republicanas frente a Dennis Hof, un proxeneta que se “meaba” en los valores tradicionales y defendía a Donald Trump con orgullo: “todo se debe a que Donald Trump es Cristobal Colón para mi” exclamó.

El efecto Donald Trump apareció aquí como en tantos sitios dentro del Partido Republicano e hizo su magia. Con 72 años de edad, propietario de más de una decena de grandes prostíbulos en un estado donde eso es legal, y estrella de una serie de televisión para adultos llamada “Cathouse” y emitida en la HBO, Dennis Hof ya había logrado ser rico, famoso y solo le faltaba el poder.

Su multifaceta ya era conocida, aprovechando su fama había escrito un libro, la autobiografía “The Art of the Pimp” (El arte del proxeneta), el cual se convirtió en un bestseller que lo llevó a dar conferencias por todo el mundo, y a ser invitado de honor en la Universidad de Oxford, en Inglaterra así como en otras universidades de Francia o Alemania entre otras. Hay que decir que a pesar del título del libro, más adelante ya en campaña electoral se definiría como “un hombre de negocios que trabaja como socio de estas chicas” rechazando el calificativo de proxeneta.

En el pasado ya había apoyado a diferentes candidatos republicanos, se había presentado por un pequeño partido e incluso había dirigido la campaña “putas con Hillary” para apoyarla.

En campaña se metió de lleno a defender el derecho a portar armas, dijo que los impuestos son el mayor pecado de este mundo, “mucho peor que agarrar la vagina de una mujer” y se refirió a sí mismo como el chulo más importante del mundo. Pensó en presentarse porque concluyó que “la gente está harta de los políticos“. Había saltado a escena por Trump, pero también porque empezaba a tener problemas. Los activistas de varios condados (como Nye y Lyon) estaban trabajando por poner fin a la prostitución, lo que afectaría a su negocio. Al igual que Trump, una reacción en contra de los cambios progresistas fue su principal motivación.

Acusado de agresión sexual por varias mujeres que denunciaron ser violadas y maltratadas, -incluso su exmujer-, evitó ser juzgado gracias a la prescripción de esos delitos. Para defenderse manifestó que no pudo hacerlo porque: “estoy con alrededor de 540 chicas en un ambiente con mucha carga sexual en todo momento. El sexo no es un problema para mí“, y como siempre se definió de nuevo como “el chulo más famoso del mundo“.

Entre sus apoyos se encontraban los religiosos. Muchos pastores y distritos evangélicos lo apoyaban. Aunque había manifestado que no sentía “la necesidad de ir a la iglesia regularmente“. Pese a ser proxeneta los religiosos le dieron su apoyo por considerar que “era un hombre de palabra“, tenía “fe” en los que hacía, era “honesto” y “defendería los valores religiosos” como prometió en campaña.

Quién no lo apoyó ni tras ganar las primarias internas fue la dirección del Partido Republicano, a lo que él respondió llamándoles “ineptos” e “incompetentes políticos“, mientras aspiraba a ganar un puesto para el Partido Republicano y representarlos.

Los escándalos no evitaron su victoria en las primarias republicanas. Tras ganarlas decidió tomarse varios días de juerga con el exjugador de la NBA Lamar Odom (famoso también por ser el ex de una Kardashian), y su prostituta favorita “Dasha“. No estaban solos, muchas celebridades como el propietario de los Lakers y otras figuras importantes habían acudido a su llamada porque además era su cumpleaños. Las cosas no acabaron bien para él porque el exceso de juergas constantes acabaron con su vida, falleciendo esa misma noche a tres semanas de las elecciones que le iban a enfrentar a la demócrata anti-Trump Lesia Romanov.

Tras su fallecimiento su rival se quedó sola, la demócrata Lesia Romanov prometía por su parte un cambio algo distinto, esta profesora estaba centrada en una reforma educativa y en la protección de los derechos sobre el agua. Solo había un problema, en Nevada solo votan a los republicanos.

Tan cerca de las elecciones el sistema estaba preparado para “Dennis Hof“, así estaban escritas las papeletas y se decidió no re-imprimirlas, en su lugar mediante carteles se avisaba a la población de Nevada que el candidato ya no estaba entre los vivos. No fue suficiente, el candidato fallecido arrasó con un 68% de los votos frente a la candidata viva que se quedó con tan solo el 32% del apoyo de los votantes.

De esta forma fue electo como representante republicano por el Estado de Nevada para ocupar un cargo en la legislatura estatal, algo ya imposible. La papeleta está ahora en manos de los funcionarios que tendrán que decidir qué otro republicano ocupa ahora su lugar.

También había otra votación en juego, el activismo había logrado que se preguntara a la población si era hora de acabar con los prostíbulos. Por supuesto votaron que no. Aquí también ganó el multimillonario.

Este es solo un caso que pretende ilustrar la nueva ola ultra que está sufriendo el Partido Republicano en los últimos años tras la llegada de Donald Trump.