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Unidas Podemos, ruptura y democracia interna para confrontar el voto útil del PSOE

Podemos, la principal fuerza dentro de la coalición Unidas Podemos, está observando cómo el PSOE de Pedro Sánchez está recuperando el voto del campo progresista. No solo el voto que se había ido a la abstención, sino muchos electores que habían confiado en Podemos, luego Unidos Podemos -y sus diferentes confluencias- desde el año 2014.

>>El error de volver a situar al PSOE en el bloque de la izquierda<<

Los de Pablo Iglesias están siendo víctimas del mismo mal que postró a Izquierda Unida (IU) a ser percibida como una mera comparsa del PSOE: el voto útil para frenar a la derecha. Tras el apoyo de UP a la moción de censura de Pedro Sánchez, y el acuerdo para los presupuestos generales, el PSOE ha sido capaz, gracias a contar con un aparato mediático inalcanzable para Podemos, de imponerse como la mejor opción de izquierdas para frenar a la derecha que ya está gobernando en Andalucía.

Pedro Sánchez quería alcanzar el gobierno, sabiendo de antemano que no sería capaz de superar el momento en que fuera necesario aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019. De ahí que planificase un gobierno de gestos que le permitieran afrontar la campaña electoral con una recuperada credibilidad progresista, algo que ya registran las encuestas.

>>Podemos y el voto útil al PSOE<<

El PSOE usó a UP para vender los presupuestos más sociales desde el inicio de la transición, una jugada que también pretendían los de Iglesias, pero que no han podido ganar por la falta de recursos mediáticos y por la desaparición temporal de Pablo Iglesias, ya que Irene Montero no es capaz de ocupar el espacio del líder, no por falta de capacidad, sino por el hiperliderazgo del secretario general de la formación morada.

Unidas Podemos se encuentra ahora en un escenario en el que el PSOE vuelve a ser la referencia de la mayoría de la base electoral progresista de España, gracias también al abandono del discurso basado en la Teoría de las Dos Orillas por parte de Podemos, que ha recuperado el discurso de los sectores reformistas de IU, por el que sitúan al PSOE en el bloque de la izquierda frente a la derecha, pese a que a día de hoy la organización socialista sigue votando en el Congreso de los Diputados junto con el PP y Cs en las importantes cuestiones económicas, sociales y políticas.

>>Los restos de Podemos ante el ciclo electoral de 2019<<

De cara a la campaña electoral, UP debe recuperar el discurso rupturista con el que nació Podemos, entendiendo que la crisis que impulsó al partido en sus inicios sigue presente, y que un discurso moderado supone jugar en el campo del PSOE y en base a sus reglas, un terreno en el que Podemos y sus aliados pierden siempre.

Unidas Podemos debe volver a resituar al PSOE en el bloque del Régimen del 78, junto con el PP y Cs. Tiene que recuperar el discurso en el que se reivindicaba como la única fuerza capaz de frenar las políticas neoliberales.

>>La apuesta de Unidos Podemos por la república como eje del próximo ciclo electoral<<

Propuestas programáticas
  • República. Unidas Podemos debe aprovechar que es la única fuerza electoral de España que apoya la llegada de la III República. En una coyuntura en la que la institución monárquica vive su peor momento, con las encuestas señalando que hay más republicanos que monárquicos, los de Pablo Iglesias deberían situar el eje político no en arriba-abajo como hasta ahora, sino en república-monarquía, aprovechando que el PSOE se posicionaría en el bloque monárquico junto con PP, Cs y VOX.
  • Proceso constituyente. La Constitución de 1978 no ha sido capaz de garantizar muchos de los derechos que recogen sus páginas. La propuesta de un proceso constituyente democrático y participativo que suponga un nuevo contrato social para los españoles, incluyendo el fin del Estado autonómico en favor de uno federal constituido en base al derecho de autodeterminación, significaría recuperar una posición rupturista que tan buenos resultados electorales le dio a Podemos en sus inicios. En los momentos de crisis, la ruptura con el actual régimen es una propuesta mejor vista por sectores que en otras circunstancias mantendrían un perfil conservador, por lo que lo reformista acaba siendo identificado como parte del sistema, tal y como le pasó a Unidos Podemos en 2016, perdiendo la oportunidad histórica de dar el anhelado sorpasso al PSOE.
  • Recuperación de los valores de la izquierda. Estado laico, expulsión de las bases de la OTAN, nacionalización de los sectores estratégicos, creación de industria… Son propuestas que configuran la personalidad del campo progresista español, y que Podemos desechó en su conversión de movimiento político y social a maquinaria electoral. Por el oportunismo electoral se abandonaron esas propuestas para caer bien a unos medios de comunicación practicantes de la inmediatez, necesarios para mantener la popularidad conseguida en los platós de televisión. Una vez perdido ese favor mediático, que se centró en apoyar a Ciudadanos, Podemos vio cómo los votos de los sectores rupturistas que lo acompañaron en las europeas de 2014 y en las municipales de 2015, se esfumaba, no pudiendo recuperarlo ni con la unión con la IU de Alberto Garzón.
Herramientas democráticas
  • Primarias conjuntas. Podemos nació apostando por las primarias conjuntas abiertas porque la nueva política no entendía de oscuros acuerdos en mesas camillas. Una fórmula que funcionó muy bien en las primeras convocatorias electorales en las que la formación morada participó, ya que esa herramienta democrática consiguió movilizar bastante voto que normalmente se quedaba en la abstención. A medida que ha ido pasando el tiempo, Podemos ha reducido su calidad democrática en este aspecto, pasando a celebrar solo primarias internas con sistemas que dificultan la presencia de integrantes de las listas que no sean la avalada por la dirección del partido.
  • Elaboración participativa del programa electoral. Una de las claves del éxito de la izquierda a nivel municipal, fue la capacidad para ilusionar no solo a sus bases, sino a sus simpatizantes y ciudadanos que no habían sido interpelados previamente por la izquierda alternativa, con la elaboración participativa del programa electoral. De esta manera el pueblo cuenta con una nueva manera de relacionarse con las instituciones públicas, con una menor dependencia de los partidos políticos, ya que son ellos los que redactan las soluciones a los problemas de su realidad cotidiana. Junto con las primarias, la elaboración participada por las bases convierte el hecho de votar a un político gris desconectado de la realidad social y elegido por cuota de familias, en apoyar a un representante que acude a la política con soluciones concretas para los problemas de los ciudadanos. La conjunción de la ilusión con la movilización.