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Pedro Sánchez espera usar a Unidas Podemos para justificar nuevas elecciones

El presidente de gobierno Pedro Sánchez volverá a ejecutar la estrategia que tan bien le funcionó el pasado año 2016: se presentará a la investidura sin haber alcanzado acuerdos con Unidas Podemos, para aprovechar su recuperada imagen de líder de la izquierda, y exigir el apoyo de los de Pablo Iglesias en forma de cheque en blanco, y si la presión mediática no basta para obtener el apoyo de la izquierda transformadora, culparla de impedir un gobierno de izquierdas y una hipotética nueva convocatoria electoral que pueda traer a la derecha al poder.

Existe una razón más a parte del buen resultado que Pedro Sánchez consiguió al llevar a cabo esta misma estrategia en 2016 para volver a ensayarla: las encuestas muestran que la recuperación del PSOE se ha asentado, lo que abre el escenario de un mejor resultado para el Partido Socialista en unas nuevas elecciones.

>>No pctar con Unidas Podemos no afectará a Pedro Sánchez<<

Esta posibilidad (nueva convocatoria electoral) es lo que busca Pedro Sánchez para terminar de hundir electoralmente a Unidas Podemos, su único competidor en el voto del campo progresista, y acudir con más fuerza a la composición de un nuevo gobierno dentro de unos meses. Sin embargo no puede mostrar esta intención públicamente, por ser una estrategia de beneficio personal, lejos de lo que la ciudadanía entiende éticamente por democracia.

Así, Pedro Sánchez espera conseguir una nueva convocatoria electoral para su propio beneficio, pero culpar de que se tenga que llevar a cabo a Pablo Iglesias, por no apoyar un gobierno progresista, como sería el del PSOE.

Lo esperable de parte de Unidas Podemos, es que siga sosteniendo la estrategia que ha desarrollado hasta ahora, intentar un gobierno de coalición con el PSOE, por lo que, al no haber alcanzado acuerdos en esa dirección, votará no en la investidura del candidato del Partido Socialista. Desde hace semanas los principales dirigentes de Unidas Podemos han venido posicionando el argumento de que el PSOE no cumple con los acuerdos, por lo que es necesario estar dentro del gobierno para que los pactos alcanzados se cumplan.

Sin embargo, un movimiento muy inteligente de UP, y que pondría a Pedro Sánchez contra las cuerdas, sería apoyar la investidura que se producirá en el Congreso de los Diputados a finales de este mes, anulando la estrategia del presidente, y si llegase a obtener algunos apoyos más y triunfase el intento, Pedro Sánchez se vería obligado a gobernar sin mayoría.

En primer lugar eso frenaría el desgaste de UP y comenzaría el del PSOE, ya que las declaraciones hechas en campaña electoral para asentar el perfil político de izquierdas de ese partido y de su candidato Pedro Sánchez habría que llevarlas a cabo, solo posible con el concurso de Unidas Podemos, que vería cómo el tiempo corre a su favor para negociar leyes a la vez que podría desgastar al PSOE llevando a cabo una oposición por la izquierda.